¿Para qué #&$=#^ lo compré?



      A veces uno hace una compra pensando que realmente un artículo es útil, que es necesario o que va a facilitar tu vida. Supuestamente la compra surge de esa reflexión, pero pasa el tiempo y no tanto tiempo, y nos damos cuenta que esa compra inteligente y reflexionada, no nos sirvió o no lo usamos tan seguido. Entonces, ese artículo de necesario pasa a la categoría de cacho.

Acá va mi lista de cachos:



La freidora: la génesis de esta compra nace en dos hechos concretos, me gustan las papas fritas y freir me da terror. En mi mundo de fantasía, yo juraba que iba a ser sencillo y rápido, que las papas iban a quedar ricas. Y no, es super engorroso, la freídora nunca toma la temperatura adecuada y es una verdadera lata limpiarla después. Al final freí unas dos veces y ni siquiera seguidas (no consumo tantas frituras) y por lo mismo gasté mucho aceite. No se la recomiendo a nadie.

El spa para pies: este artículo si bien no era de primera necesidad, si era algo que servía para relajarse. Pero no, de partida llenarlo es problemático, sobretodo si no tienes tina. Las llaves de mis lavamanos tampoco se adaptaban bien, así que fue super lento el proceso. Y la sensación de meter los pies en agua, mientras estaba conectado a la electricidad era de todo, menos relajante. Ahora el aparato está vegetando en la bodega.


Picadora/Ralladora Moulinex: la amé apenas la ví, demasiado bonita, los colores, la forma y sobretodo que me desligara de la tarea de picar o rallar (actividades que rehuyo). La compré y si bien no tiene gran ciencia el montaje, igual hay que aplicar cierta fuerza para empujar los vegetales, es decir tan fácil no es. Tampoco la encontré tan estable y es una lata el lavado de las diferentes piezas. La he ocupado una vez y ahora está en una vitrina, en calidad de ornamento.

El calentador de pies: cuando lo vi pensé, que buena idea para esas tardes frente al  computador. Me imaginé trasladándolo por todas partes, con mis pies calientes y feliz!! Y el resultado? Me cargó, no es lo suficientemente caliente, paso frío y como mi piso es flotante todo lo poco que se calentó se enfría. Como será con cerámica! Finalmente su diseño es tan poco atractivo que ni  mis gatos lo usan para dormir, no tiene mucho acolchado.



El aceite davines de cara, cuerpo y pelo: lo usé super poco, la verdad nunca supe que cantidad usar, pero encontraba que me dejaba el pelo pesado y era muy fuerte para la cara. Lo que terminó de sepultar a este producto fue el olor, para mi era intolerable, entre sésamo y comida china.







Comentarios

  1. En mi lista está una vaporera y el horno eléctrico, nunca lo uso es más...lo detesto!!!, encuentro las cosas quedan mejor en el horno a gas.

    ResponderEliminar
  2. La vaporera tampoco me gusta porque no me gusta nada los alimentos al vapor...el horno lo encuentro útil.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares