Sumapuriwa y Donde la Yuny

        Siempre que viajo a cualquier destino me preocupo de encontrar lugares clave o interesantes donde comer. Soy tan mañosa, que prefiero anticipar esa parte del intinerario, que andar iterando en el lugar buscando mi próxima comida. 

     Cuando supe que iba a pasar unos días en Iquique, mi investigación arrojó dos grandes sorpresas.

      En primer lugar, el restaurante andino Sumapuriwa, su cocina de raíz aymará, entrega platos de sazón muy distinta y muy deliciosa. Llena de especies altiplánicas le da un sello especial a la comida. La carta es bastante amplia, hay sopas, guisos, humitas andinas, ceviches. Por lo mismo, puede costar un poco elegir lo que quieres comer. Mientras tanto, puedes pedir un pisco sour de coca,  huacatay ( hierba que conocí en ese restaurante y es exquisita), pica, maracuyá, u otro ingrediente, acá también hay variedad.

      La atención es muy buena, se nota gente motivada y que está entusiasmada en este proyecto, con un gran interés en saber cómo llegamos al restaurante. 

      Y en cuanto a precio, puedo decir que está en un rango medio,  considerando el tipo de comida y su abundancia. ¡Altamente recomendable!

Imágenes vía geodata

       El segundo dato, es un restaurante o más bien una picada que es el gran secreto de los iquiqueños. Una pequeña casa, ubicada en Manuel Rodriguez 1023 (Tel: 473291), oculta todo un paraíso de manjares exóticos. Donde hay una amplia carta con platos que abarcan varios países asiáticos, India, Japón, China, Indonesia, Tailandia, entre los que recuerdo. 

    La dueña llegó de indonesia y se hizo famosa por su comida, donde lo más importante es el sabor, no tanto el local, que por lo demás es bastante sencillo. La comida aparte de exótica y rica, es abundante y muy especiada. Por lo mismo, es para gente que le gusten ese tipo de sabores. No es la comida que comemos en la zona central, más criolla, adecuada al paladar chileno. Esta es power, te deja con sed y curiosamente con ganas de comer más. 

La atención es más bien impersonal y el local sin ninguna pretensión. Pero si a uno no le interesan estos aspectos a la hora de comer, este restaurante cumple las expectativas, comida abundante, rica y muy barata.

       Cuando fui no saqué fotos y es tan picada que no encontré ninguna.