Historias de Terror: el muro




      En mi familia, no ha habido muchas tragedias. Las muertes más cercanas han sido la de mi abuelo y abuela, pero fue en un contexto que estaban tan deteriorados, que su partida fue sentida como lo mejor que pudo haber pasado. Por lo mismo, no constituyen para mi un motivo de pena, ni siquiera me imagino que no están, es como si siguieran acá.

      Donde si hemos sufrido bastante,  como toda familia amante de los animales, ha sido con la partida de muchos de ellos. Y a pesar, que por un tema de expectativa de vida, uno debiese asumirlo. Siempre se  sufre lo mismo, es imposible acostumbrar al corazón a la pena.


     Esto sucedió hace muchoooos años. Mi papá había construído una casa, que en la parte de atrás tenía un muro estructural, super antiguo y alto. Recuerdo, que los maestros de la constructora siempre advertían que era peligroso, porque por su altitud debería estar construído en terrazas. Como mi papá no iba a vivir ahí, le dio lo mismo, así que un buen día nos transladamos a esa casa, a pesar que faltaba aspectos esenciales para habitarla.

    Pasó un tiempo corto y llegó el invierno, recuerdo que fue extremadamente lluvioso. Inclusive hubo un temporal muy agresivo.

     Una noche mi hermana y mi abuela, se encontraban en el dormitorio de mi mamá. Yo, para variar me había quedado dormida y mi mamá insistía que mi hermana hiciera lo propio y nada, reclamaba que en un rato más iría a dormir, que no tenía sueño.

     De repente, un ruido atroz y un movimiento super fuerte me despiertan, pensé...terremoto. Siento gritar a mi mamá, llamándome del primer piso, me visto, bajo adormilada y miro el dormitorio de mi hermana, lleno de piedras gigantes y tierra. 

     La ventana de la escalera taponada en piedras y todo lleno de vidrios, me corto un pie. Salimos y me extraña la cantidad de gente que está en nuestra reja, me pregunto porqué si es un terremoto están tan pendientes de nosotras. Luego me entero, que sucedió que todo el muro estructural se cayó, botando piedras gigantes que incluso llegaron a la avenida. Veo que la casa quedó enterrada y pienso en mis perros Matías y Osito, como familia fue lo único que nos importó. Nos fuimos al departamento de mi papá y como eramos chicas, mi mamá se encargó de todo.

      Al otro día, la casa volvía a estar llena de maestros y apareció la prensa. Mi mamá conversó con ellos, diciendo que lo único que sentíamos era a nuestros perros. En ese momento, siente ruido detrás de la puerta de la cocina. Llama a los maestros y la rompen, excavan un poco y aparece el Osito, todo sucio, pero feliz. Mi mamá lo toma en brazos y llora, los periodistas sacan fotos y escriben el artículo.

       Al otro día aparece en el diario, el accidente y el milagro del Osito, todo escrito en forma respetuosa y muy emotiva. Lamentablemente, Matías no corrió la misma suerte y se fue al cielo de los perritos.

    Y ahora, a pesar del tiempo, cada vez que veo ese artículo me emociono, me acuerdo de mis perros y de lo power que fue mi mamá para hacer frente a todo esto sola y con dos niñas chicas. Siempre he pensado que a veces en la vida, se cierra una ventana, pero en su defecto siempre se abre otra. Como es el caso en mi familia, nos  pudo haber tocado un pésimo padre, pero Dios nos premió con una super madre ♥





Comentarios

Entradas populares