Pasa en el cine...pasa en la vida real



      Hay muchas escenas de cine que me resultan fascinantes, como los reencuentros, las coreografía y todas esas cosas que salen un poco del contexto normal, sobretodo, cuando tienen involucrada la música.

    Un par se acordes y todo cambia, la atmósfera, el humor, lo cotidiano se vuelve especial y mágico. Por ejemplo, en la boda de mi mejor amigo, la escena del restaurante, tan corriente en un inicio, se transforma luego que comienzan a cantar "i say a little pray for you". Todo es tan entretenido, que casi es imposible ver la película sin tararear la canción y pensar... que ganas que me pasara eso, yo también cantaría así....que lindo. En fin puros pensamientos idílicos.

     Pero lo que uno no considera que cada una de las personas, en la vida real, tiene sus propios problemas, sus premuras y que es complicado lograr una sintonía generalizada.


       Lo digo, porque en un viaje fui parte de una escena digna del cine, pero en vez de ser una protagonista activa, era la espectadora que tenía la nube en la cabeza (situación que nunca nunca imaginé).

      Mi destino final era Suriname, y para llegar ahí, tenía que hacer un montón de escalas. Salir de Chile, pasar por Perú, Venezuela, Trinidad y Tobago y finalmente  desembarcar en Suriname. Me acuerdo que entre las conexiones, tomamos el resguardo de dejar cierta holgura, para no andar corriendo y porque además, viajamos en tres aerolíneas distintas, Taca, Aeropostal y finalmente Suriname Airways.

     Nuestro viaje iba ok, hasta Venezuela. Yo había averiguado que Aeropostal era una linea aérea bastante chanta, que tenía atrasos. Por eso, ese tramo me tenía particularmente nerviosa, ya que si bien contábamos con tiempo, para embarcar el otro avión (Trinidad-Suriname), una demora adicional de más de 1 hora y media, nos dejaría abajo en Trinidad. Y lo peor, no teníamos visa para ingresar a ese país.

    En Venezuela, bajamos, comimos y estábamos super relajados hasta que, nos damos cuenta que hay atraso en la puerta de embarque. Pensamos que íbamos a estar bien, que sería solo un momento, hasta que cambian la hora de embarque, aún teníamos tiempo.

    Se me acerca una señora, de una religión que no conocía, Bahai y comienza a contarme que van a un congreso a Trinidad, me habla de su religión, me pregunta cosas. Y ahí se me empieza a formar la nube, me dice que casi todos los que estaban en la puerta de embarque eran de su religión y que tocan instrumentos y blablabla...

     Y toda la gente super happy, alrededor y nosotros pendientes de la nueva hora de embarque y nada. Y ahí comienza la película, se acercan unos miembros de la iglesia al counter y al parecer les informan que faltaba tiempo. Porque, comienzan a reunirse y empiezan a tocar sus instrumentos, marimbas, xilofones, maracas etc....y la gente del counter se pone a bailar de la nada, todos aplaudiendo y yo con mi nube en plena tormenta, tirando rayos por doquier. Era de esas escenas de película que no disfruté en absoluto.



Al final, perdí la conexión...pero esa es otra historia.

PD: Se me había olvidado que como guinda de la torta, me compré un sandwich y no sé que tenía, que me cortó la boca.

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