Historias de terror: C.C.



      Yo creo que todo parte de lo bien o mal que te lleves con alguien, para ver sus acciones e intenciones con algún tinte especial. Pero hay situaciones que realmente me molestan, que surgen cuando hay encuentros con personas que consideran que todos somos parte de un mismo grupo, que hay afectos o confianzas que no sé si son verdaderas, pero que debiesen existir por el solo hecho de estar relacionados de cierta forma.

       Por ejemplo, puedes estar pololeando con alguien, conoces a la mamá de tu pololo y tienes confianza, pero no así con el papá o los hermanos. No formas parte de ese grupo y las reglas o normas, no debieran incluirte, sobretodo si te molestan y lo explicitas así.





      Es en este contexto, que no entiendo la manía de usar en un mail el c.c. o hacer una copia de un correo personal, a otra persona.

      Esto pasa con la familia de mi esposo, la relación entre nuestra familia y ellos es mala. Por lo mismo, los correos son básicamente para cosas puntuales y de tenor personal, dirigidos a quien corresponde y a nadie más. Y sucede, que la respuesta y el correo enviado por nosotros viene con copia a un montón de gente.  Realmente no puedo entenderlo ¿qué no conocen la privacidad?. En algunas ocasiones meten hasta los suegros y tíos del esposo de la hermana, es atroz. Porque después, todos se dan el derecho de escribir sobre el mail, dando una opinión que nadie ha pedido y lo que es una conversación privada se transforma en un verdadero cahuín.

      Ante esto, optamos por ser cada vez más parcos a la hora de comunicarnos. Y aún así siguen metiendo a gente extraña. No hay modo que puedan entender que a nosotros no nos gusta esa manera de interactuar y que si bien, están en su derecho a utilizar el c.c. con todo su núcleo de confianza, nosotros no somos parte de el y no  nos interesa que hasta pepito perez se entere de nuestras cosas.

En fin, ya me desahogué....

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