Cuando en Roma estés como los romanos has de hacer




      Este refrán popular, nos habla de adaptación. De como uno cuando viaja, remeda costumbres de otro país para formar parte de el o mejorar relaciones con sus habitantes.

    Sin embargo, algunas personas pueden aplicar esto de manera tan literal, que puede caer en lo ridículo o derechamente ofender a más de alguien.

    Conozco dos historias de gente así, una me la contaron como la gorda mariachi y otra la supe de primera fuente porque fue un error de mi suegra.

La gorda mariachi

    Ese apelativo se lo ganó una gerente gringa, que fue a México a fiscalizar un proyecto  que estaban ejecutando unos amigos de mi marido. Ella era especial, bien bossy y super pesada. Muy desubicada, cuando quería llamar la atención, por lo mismo no le tenían mucho aprecio.

    Un día, la contraparte mexicana organiza una cena en su casa. Todos llegaron puntual, menos la gerente, que aparece muy tarde.  Al principio nadie supo quien era (y lo describo textual) ese punto enfundado de rojo, con traje ajustado de mariachi y un sombrero de charro...un verdadero champiñón...todos quedaron plop, cuando se dieron cuenta que era la gerente...tratando de contener las risas y la incomodidad...la saludaron y ella juraba que había dado un knock out con su pinta. Que su entrada había sido el broche de oro de la cena y la verdad es que para todos fue inolvidable y desde ahí que todos la conocen como la gorda mariachi.



El vestido polémico

     El papá de mi marido se encontraba haciendo un proyecto en Guinea Ecuatorial, país de Africa Central. 

     Un día lo invitan a una cena de protocolo y va junto a mi suegra. Ella, que había llegado hace unas semanas, hizo muy buenas migas con la esposa de un compañero de trabajo de su marido. La esposa del compañero le regala un vestido tradicional de allá y decide ir con el a la fiesta para sentir más cercanía con la gente (todas las mujeres iban a llevar ese traje).



    Cuando llega a la fiesta, la gente la queda mirando super incómoda. Y lo que pasaba y ella no sabía, era que el vestido tenía una impresión de la cara del presidente de Guinea Ecuatorial, un dictador llamado Teodoro Nguema, que desde 1979, ha cometido diversos abusos de índole económica y de derechos humanos. 

      Fue tal el impacto de la gente, que comenzaron a tratarla con recelo y su deseo de encajar en la fiesta y lograr amistades, se frustró estrepitosamente.

      Así que al tratar de llegar a la gente de mejor manera en un país desconocido, hay que informarse bien y no ser tan literal a la hora de emular sus costumbres, porque podemos ofender en vez de agradar a nuestros anfitriones.

Comentarios

  1. jajaja me imagino a la gorda mariachi ymuero de la risa xD

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    1. Yo creo que si la hubiera visto en persona nica contengo la risa...

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  2. Cuático !! :O qué onda la perso de la gorda mariachi :/

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  3. Y más encima ella se fue feliz...nunca se sintió desubicada xD

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  4. Pucha, por lo menos la talla de la jefa uno piensa , era una vieja pesada así que es más justo que le haya pasado algo así aunque ni siquiera se dio cuenta de la burla de los empleados, pero lo de tu suegra debe haber sido bochornoso... y qué lata. Yo creo que yo no tengo tanta personalidad para ir en otro lado a imitar las costumbres de otros, mejor pasar desapercibido. Acaso la que le regaló el vestido le quería hacer una broma?

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  5. Lo de mi suegra fue una lata, lo que no conté es que mi suegro al ver el vestido, supo que era una desubicación, pero por no llegar atrasado no le dijo nada.
    Yo le pregunté a mi suegra y ¿por lo menos el vestido era bonito?...ni siquiera, si el presidente era harto feo...×D...menos mal que después vio el lado gracioso del asunto.

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