Historias de terror: Navegando





     Cuando escuché la historia de un amigo de nuestra familia, supe que tenía que contarla. No sé si tengo mucha imaginación, pero cada palabra del relato de este amigo, yo lo revivía en mi mente. Y aunque en honor a la verdad, fue bien tragicómico  trágico lo que vivió en su travesía, no podía dejar pasar su testimonio.

     Resulta que este amigo (al que llamaré Pepito), es un gallo todo terreno, deporte extremo que exista el ya lo ha hecho...parapente, paracaídas, rafting, etc....incluso tiene licencia para pilotear. Es como el millonario de la película mi novia Polly...medio loco y sin miedo.

      Nos vino a visitar y contó que se estaba yendo al sur, porque tenía un amigo que era dueño de un yate y lo había invitado a bucear a Juan Fernández. Estaba super animado y contó que eran como tres días de ida y que era full aventura y blablabla....

     Pasó el tiempo, Pepito se encontró con mi marido y tuvieron el siguiente diálogo (m:marido, p:pepito) 
M: Bueno y qué tal tu viaje?
P:  Ah no....eso no lo hago más.
M: Y porqué? (super intrigado)
P: Mira, tu has visto en las películas que siempre hay un tipo que en situaciones de stress se vuelve loco y pinta el mono (hace tonteras)...bueno, ese era yo. Estaba tan mareado, que ninguna pastilla me hizo efecto. No podía dormir ni comer...todo me daba vueltas. Me hicieron usar una pulsera que cada cierto tiempo emitía una descarga eléctrica, para que olvidara los mareos..y fue peor. Doble sufrimiento, estaba expectante del dolor además del mareo. Al final lo único que quería era que la cuestión se diera vuelta y muriera de una vez....o sea era el loco de la película.
M: :O 

     La verdad es que quedé plop, yo solo he cruzado distancias chicas en el mar. Lo más terrible fue cuando crucé de noche a Isla grande...en una lancha chica, todo oscuro y la luz de la lancha iluminando la pared de agua, que el piloto (un niño de 14 o 15 años) sorteaba subiendo a las olas y bajando de golpe. Y como yo no sé nadar, con cada caída me imaginaba de menú para un tiburón :-\ . O sea trauma total y ahora, escuchando la historia de este amigo, me di cuenta que no tengo alma de sirena.



Comentarios

  1. Jajaja, el aventurero capaz que quedó traumado y no se hace ni una más.
    Cuando hablas de Isla grande hablas de la isla grande de Chiloé? A mí tampoco me gustan mucho las averturas marítimas.
    Saludos!

    ResponderEliminar
  2. La Isla Grande que hablo queda en Panamá....por eso pensaba que me podía comer un tiburón :-\
    Lo peor es que el piloto como conté era un cabro chico...y mientras manejaba la lancha hablaba por celular....y yo sin saber nadar y sin chaleco salvavidas...miraba a mi marido y el me decía nosotros nos salvamos si el agua es caliente.....pero como salvamos los computadores!...En realidad, parecíamos equecos con tanta cosa que llevábamos xD y además ibamos sin ninguna reserva...ya me veía durmiendo en la playa.

    Saludos :)

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares