Mi madre, una osita gourmet
El término osita gourmet nació gracias a la Dulcinea, la perra de mi mamá. Ella es super exigente con su comida y es capaz de no comer si algo no le gusta, así que desde que mostró esa faceta le decimos osita gourmet.
Mi mamá es la antítesis de ella, así que el término osita gourmet en su caso, es más bien irónico. Porque es super buena para encontrar todo malo o raro, con la cara de asco correspondiente. Pero es maestra para comer cosas guácala o mezclar alimentos extraños y dejarnos con cara wtf.
- Hacer mote con huesillo con jugo de huesillo en polvo
- Decir que el vino tinto es una buena mezcla para comer un completo
- Echarle a todo, su famoso sofrito carbonizado
- Arruinar un pesto cocinándolo y echándole su sofrito
- Agregarle azúcar a las zucaritas más leche con chocolate
- Echarle azúcar al maní
- Echarle azúcar a la jalea
- Carbonizar cualquier carne
En fin, un montón de cosas dónde el azúcar es el rey de cualquier elemento y el sofrito su infaltable. Pero si uno agrega una pizca de nuez moscada a la salsa blanca, dice que es lo más asqueroso del mundo y el sushi, para ella, es lo más parecido al corcho quemado.
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