Historias de terror: el dueño del hostal

     Esto ocurrió hace unos años, en que por un proyecto tuvimos que viajar a Nicaragua. Por las características de este proyecto, era obligatoria una estadía de 3 semanas al mes, lo que fue todo un drama en cuanto a la logística. Esto, porque dificultaba un arriendo y hacía extremadamente caro alojarse en un hotel.

       La solución fue ubicar un hostal, que fuera bueno y relativamente conveniente. El lugar, tenía como dueño a un ex-guerrillero, super hablador y con todas las historias del mundo. El primero en conocerlo fue mi marido y con "ese ojo clínico" (cuek) que lo caracteriza, lo encontró simpático. Yo, desde que lo vi, lo encontré charlatán y falso.



       El hostal en sí, era limpio y como personal tenía a dos chicas, que se preocupaban del desayuno y aseo. De ellas nada que decir, excelentes personas, muy amorosas y entretenidas. Me acuerdo que conversábamos bastante, les pagaban muy poco, yo creo que era porque en general Nicaragua tenía unos sueldos bastante bajos. Me acuerdo que en las noticias a un médico de turno decían que le pagaban como 150 dólares o algo así.

       El único servicio que no teníamos era restaurante, así que llegamos a un trato de pedir comida y que quedara a cuenta del hostal. Todo funcionó perfectamente, hasta que a mi marido le cobraron comida que no había pedido. Ahí el alegó y al final quedó todo aclarado, ese cobro no tenía nada que ver.

      Sin embargo, las niñas me contaron que el dueño quedó picado y empezó a poner problemas, cada vez que pedía comida. Incluso ellas, enojadas reclamaban porque no me pedía las bebidas que tomaba y se hacía el loco.

     Un día, llegaron unos huéspedes al hostal, eran dos parejas, se veían jóvenes y normales, nos nos llamaron particularmente la atención. De repente, sale el dueño como enajenado, con una pistola en la mano y disparando. Yo creo que quedamos tan en shock, que ni nos movimos, pero al llegar a la habitación, más calmados, consideramos que fue un acto totalmente estúpido y temerario, que puso en riesgo a todos los huéspedes del hotel.

      Después las niñas me comentan que todo sucedió porque el dueño, entró a las habitaciones de las parejas y abrió sus maletas (lo encontré de terror) y consideró que no venían ni suficientemente llenas ni tenían cosas de valor. Y pensó que iban a ocupar el hostal como motel de fin de semana y eso no lo iba a permitir. Y por eso los echó a punta de pistola.

    Ahí se juntó todo y como eramos un grupo grande de chilenos en el mismo proyecto, decidimos irnos, por el tema de la seguridad, los servicios y principalmente por el trato que le daba el dueño a su empleadas.

       El proyecto se cayó antes de tiempo, por un tema de política y no alcancé a ir nuevamente a Nicaragua. Pero lo último que supe del hostal me dejó plop, el dueño picado despidió a las niñas, inventando que mi marido había hablado personalmente con el, diciendo que yo me había quejado pues no me habían atendido como correspondía. Las niñas estaban super afectadas, ya que teníamos super buena relación y no podían creer que yo me hubiese quejado. Luego de saber esto, les hice llegar un mensaje diciendo que todo era falso y lo bueno, es que en el grupo todos aclararon lo mismo, porque todos le tenían un gran cariño a las chicas y el cahuín era muy mala leche.

   Al final, el dueño del hostal quedó como un pelado insidioso, agresivo, entrometido y rancio. Que lo único que hizo todo el tiempo fue mentir y groseramente más encima, porque no engañó a nadie con su sonrisa falsa y sus historias mulas de guerrillero.