El hilo rojo del destino

    Esta es una leyenda japonesa, que básicamente sostiene que cada persona está predestinada a encontrarse con otra, gracias a la unión de sus meñiques por el hilo rojo del destino.

      Es una creencia surge, cuando se descubre que la arteria ulnar está conectada con el corazón. Por lo mismo, esa unión invisible para ojos humanos conecta los corazones de las personas que debiesen estar juntas. Es un hilo tan fuerte que nunca se rompe y  a pesar que pase el tiempo, el encuentro es algo que tarde o temprano ocurre.

Hay dos mitos asociados al hilo rojo....

   En el primero se cuenta la historia del hijo del emperador que tras la muerte de su padre y buscando intensamente saber las verdades de la vida, quiso conocer a la persona que estaba ligada a su hilo rojo. Para eso, contactó con una bruja que se decía era la única persona capaz de ver esa unión. Aunque tardo un tiempo, un día la bruja lo lleva hacia una aldea pobre, al otro lado del río. Ahí, le presenta a una panadera con un bebé en brazos. Furioso por la burla, mata a la bruja, empuja a la mujer y el bebé al caer se parte la frente.

      Pasaron los años y el emperador decidió casarse, aconsejado por sus asistentes se compromete con una bella joven hija de un poderoso general que vivía al otro lado del río. En la ceremonia, al levantar el velo, se da cuenta que la joven tiene una cicatriz en la frente, se da cuenta inmediatamente de la injusticia que había cometido tiempo atrás con la bruja y la niña.

 
   La otra leyenda habla de la existencia de un anciano que vive en la luna que sale todas las noches a unir las almas predestinadas, atando sus meñiques.

Curiosidades del hilo rojo...

•  Esta era una creencia tan arraigada en Japón, que en la época Edo, las mujeres como una muestra de fidelidad y amor hacia el marido, se amputaban los meñiques.

• También se atribuye este mito, a la amputación que hacen los yakuzas de sus meñiques, mostrando con esto su plena obediencia a su oyabun (jefe). Aunque se dice que esta amputación se debe a una tradición samurai.

• En Japón existe los Kanjis de promesa de meñique, que hacen referencia que si uno no cumple una promesa se le cortará el dedo.