Por el vino me quedé así.....

     Chile es un gran productor de vino, tiene tal cantidad de viñas repartidas por su geografía, que es difícil estimar el número de ellas. Basta decir que cada vez que viajo entre Valparaíso y Santiago noto que aumentan y si esto pasa en un corto trayecto ¿qué pasará en todo el país?

    Es un hecho que la mayoría del vino que se produce, se exporta. Es decir, el mercado internacional sería el principal cliente para las viñas chilenas, no obstante hay un gran interés por aumentar el consumo interno y hacer que el chileno se transforme en un buen bebedor de vino.

    Pero a los chilenos les gusta harto más la cerveza y otros licores como el ron, el pisco o vodka. En mi casa, estamos divididos, mi marido es fiel defensor del vino y yo, prefiero la cerveza (solamente la negra eso sí). Nunca he podido pasar el vino, a menos que sea un late harvest, los otros y sobretodo el tinto, me cargan. Me molesta la astringencia del vino, el gusto y la textura....no hay caso, nunca he podido tomarme ni una copa.

      En cambio mi marido siempre anda probando, comparando, por lo que tiene sus caballitos de batalla, sus vinos para grandes ocasiones, el del día a día etc....

      En una oportunidad, cuando mi marido me llevó cual primera dama a conocer a cada uno de los integrantes de su familia extensa (estuve todo el día de casa en casa y con una misma dinámica...saludo, vaso de bebida, pequeña conversación y bye..repetido por 10 o más).

      Bueno, en esa oportunidad en la casa de la abuela paterna, le ofrecieron vino.  Mi marido happy, comenzó a tomar el vino y supe de inmediato que no le había gustado. Sin embargo y por decir algo, comentó...

-Este vino es bien interesante...tiene sabor a queso...¿de dónde es?...

-Nosotros lo hicimos, es vino pateado...

-¿Pateado?

-Sí, prensamos las uvas a pata pelada..o sea pateado

Jajajaja...ver la cara de mi marido no tuvo precio y claro que debía tener sabor a queso el vino....que asco, yo me muero.