Lo escuché sin querer....
Estando en el Café del Jardín, escuché una conversación que me dejó helada, no sé si yo le di demasiada importancia, pero me costó creer que la protagonista de ese diálogo fuera una niña de 5 o 6 años.
Estaban en la mesa, una mamá con su hija y, al parecer un amigo de la mamá. Los dos adultos mantenían una conversación, cuando llegan a pedir la orden y le preguntan a la niña que va a ordenar.
-Que cosa no engorda?...eso quiero.
-Pero hija, puedes comer un pastel y por eso no vas a engordar.
-Ya, pero el pastel sin crema y sin tanto dulce...ni chocolate...cuál puede ser?...
-Puede ser una tartaleta de frambuesa...tiene fruta...
-Bueno, dice la niña indecisa...
Desde ese momento empezó a bombardear a la madre, diciendo si estaba segura que eso no engordaba, que no quería ser gorda etc...
Llegó la tartaleta (yo a esa altura estaba super intrigada) la niña come un bocado y dice... no mamá, es muy dulce, engorda, voy a tomar agua no más. La madre le quita el pastel, comienza a comerlo, continua su diálogo con el otro adulto y la niña se dedica a tomar lentamente su vaso de agua.
Dios... Futura anoréxica, si es que ya no lo es... Pobrecita. Chuta, qué terrible cómo ya de tan chicos los niños pueden verse influídos por el medio.
ResponderEliminarYo quedé super impactada...si a los 5 es así, imagínate de adolescente!
EliminarNoooo, demasiado heavy ! y la mamá no frena de buena manera la situación, que pena, ojalá no sea anoréxica :(
ResponderEliminarA la mamá le dio lo mismo, eso fue bien triste.
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