Taxistas buena onda





     Yo no manejo y no pienso hacerlo, me encanta la sensación de ser un peatón libre o un copiloto relajado. En general me transporto en colectivo porque odio las micros. Tendría que ser mucha la necesidad para subirme, es que me mareo o ando nerviosa por la cercanía de la gente.

     Y eso se traduce a que si ocupo colectivo procuro pagar todos los asientos de atrás para no viajar con nadie al lado.

     Porque hay que decirlo, en Valpo los colectiveros tienen cero criterio a la hora de subir a un pasajero. Recuerdo una vez, que salí de ver la película Hostel (o sea andaba toda sugestionada con la maldad del mundo xD) y el colectivero subió a un borracho al lado mío, que se fue todo el camino mirándome las pechugas...y qué le vas a decir a un curado...nada! Solo tratar de taparte como puedas. Desde ahí prefiero viajar sola atrás.

     Hubo un tiempo en que nos tocó viajar harto y es ahí donde conocimos a Dn. Alfonso. El tiene una empresa de radiotaxis con un nivel de servicio excepcional, los autos son muy cómodos, llegan puntuales, sus conductores son super amables y lo más importante, viajas seguro.

     Me transporta cada vez que voy a un concierto y me espera. Si tengo que ir a una cita médica, lo mismo. La otra vez fui a un recital en la Quinta Vergara, me transportó y no aceptó un pago, dijo que lo consideráramos como una atención.

Lo recomiendo 100%, así que si alguien anda por estos lados (Quinta región) y quisiera ocupar sus servicios, me manda un mensaje vía mail y yo le doy los datos encantada.

     Bueno y sigo...porque la finalidad de este post era para comentar de taxistas buena onda y entre ellos, quiero rescatar a cuatro "super taxistas" y estos son...

     Los dos taxistas que transportaron a mi marido por todo Calama, cuando sucedió la tragedia de Copiapó. Ese día mi marido tuvo que visitar una minera y no andaba con efectivo (no funcionaban los cajeros) y esos dos hombres no solo lo transportaron gratis, si no que incluso lo esperaron por más de dos horas mientras realizaba su visita. Encuentro notable que en estos tiempos, exista gente que confie en la palabra del otro (el depósito que les haría mi marido) porque esa confianza no solo refleja lo buenas personas que son, si no también su espíritu solidario.

     Y los otros dos taxistas, son los que conocimos en Sta. Cruz y que (por un problema en el Hotel que alojamos) no solo nos llevaron comida al Hotel (que quedaba bien lejos) si no que fueron a comprar al restaurante que les dijimos y con su dinero. Super buena gente y nos hicieron sentir muy acogidos en un país que no era el nuestro.

     Mención  aparte y premio limón incluído para ese colectivero plomo, que no solo puso la canción de Arjona cuando me subí ( la del taxi :S) si no que cada vez que me hablaba, se daba la vuelta y me abría harto los ojos, como para que me diera cuenta que los tenía azules...y ponía esta cara de Luis Miguel...calcada!



Obviamente con su música de fondo(yo creo que pensaba que era el clon!)

PD: Ahhhh, se me olvidaba el pshyco de Panamá...no me acuerdo si lo conté en mi blog, si es así hago el enlace a ese post. Pero si no, este loco merece un post toditito para el.

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